En nuestro anterior artículo (La crisis en Corea deviene nuclear) concluíamos señalando que si bien la posibilidad del uso de armas nucleares estaba presente estimábamos la probabilidad muy baja. En caso de desatarse el conflicto armado Corea del Norte posiblemente utilizaría otras armas. Revisemos unos datos de la geografía: Desde la capital de Corea del Norte (Pyongyang) a la de Corea del Sur la distancia es de unos 310 kilómetros. Pero desde la frontera hasta Seúl es de unos 60 kms y entre ambos países existe una “zona desmilitarizada” de 2 kilómetros de cada lado de la frontera. Recordemos también que técnicamente ambos países están aún en guerra, aunque el conflicto armado concluyó en 1953 se firmó solo un “armisticio” y nunca un acuerdo de paz. Si bien es cierto que el grueso del material bélico de Corea del Norte es de entre los años 50 a los 80 no menos cierto es que sus números son abrumadores. Los efectivos listos para entrar en acción alcanzan a los 700.000 hombres más una reserva activa que supera los 4 millones. Los que tienen memoria histórica recordarán que durante el conflicto de Corea, el Norte utilizaba su infantería en forma tan masiva que su número simplemente superaba la cadencia de fuego de su enemigo así con pérdidas horrorosas pero literalmente “le pasaban por encima”. Pero que es lo que hoy preocupa tanto al gobierno de Seúl. Son cuatro componentes de esta pesadilla. La más importante es la artillería de Pyongyang, unas 4,300 piezas de artillería tradicional más unas 2500 autopropulsadas (www.globalfirepower.com ) a esto se suman unos 2400 lanzamisiles de 240mm (MLRSs Multiple Launch Rocket Systems) con cabezas convencionales. Todo este potencial de fuego está situado entre unos 60 y 70 kilómetros de Seúl. A finales de los años 70 Corea del Norte desarrolló un cañón autopropulsado de 170mm nombre código Koksan que luego fue modificado a finales de los 80 y cuya existencia se conoció durante la guerra entre Irak e Irán (Pyongyang le vendió esta artillería a los Iraníes, en su momento era la pieza de artillería con mayor alcance en el mundo, superando los 60 kilómetros (www.globalsecurity.org). Se calcula en 500 el número de estas piezas en el inventario de Corea del Norte, capaces de disparar un promedio de 6 disparos por minuto. Artillería autopropulsada Koksan en un desfile en Pyongyang. El análisis que hacen en Corea del Sur es que esta capacidad de la artillería norcoreana la permitiría disparar una secuencia de 10.000 disparos por minuto sobre la ciudad de Seúl. Esto plantea un problema de casi imposible solución para las tropas de Corea del Sur y Estados Unidos que deberían enfrentarles. Si bien es cierto que su superioridad aérea (en términos de calidad) es muy importante, no menos lo es que las defensas antiaéreas del Corea del Norte son muy densas y la fuerza aérea de Pyongyang, si bien obsoleta cuenta con casi 500 interceptores (se desconoce cuántos están en condiciones de combatir). Las estimaciones más conservadoras señalan que esta fuerza de artillería demoraría entre dos y cuatro horas en reducir a escombros la ciudad de Seúl creando un verdadero caos y una cantidad de bajas imposible de cuantificar. Pero el panorama se complica aún más cuando consideramos otros dos factores: Uno, es un dato la posesión de armas químicas por parte de Pyongyang, se calcula un mínimo de 2,000 toneladas de agentes como el sarín y el VX que atacan el sistema nervioso, si bien es cierto que debe importar algunos de los “precursores” (químicos necesarios para la producción del Sarín o el VX). Parte de este stock de armas químicas puede ser utilizado en munición de artillería A esto se suma que desde el año 2010 el régimen comunista viene invirtiendo en el cuerpo de fuerzas especiales cuyo número llega a los 200.000 hombres, que se infiltrarían en Corea del Sur tanto por lanzamiento en paracaídas cuanto por los túneles que periódicamente se descubren que van desde la frontera y se adentran en Corea del Sur. También se conoce que disponen de minisubmarinos para llegar por vía marítima a la costa enemiga. Otro elemento, más reciente, a considerar es que Corea del Norte ha desarrollado una capacidad importante en el ámbito de la guerra cibernética (cyberwarfare) y si bien es cierto que la capacidad real permanece en el ámbito de la información no pública se sabe que esta existe. No consideramos en atención a la extensión de este trabajo los más de 600 misiles Scud, y unos 200 Nodong de corto y mediano alcance pero capaces de cubrir todo el territorio de Corea del Sur y sus vecinos. Mi conclusión. El famoso “error de cálculo” es el que puede desatar un desastre, se conoce la imprevisibilidad del líder de la dinastía que reina en Pyongyang, así como también lo que parece ser la “volatilidad” de Donald Trump. Por lo que se sabe, en el ejército de Corea del Norte no hay posibilidad de divisiones internas. El pasado lunes 24 de abril, Corea del Norte realizó un ejercicio de artillería masivo, como señal al desplazamiento de un grupo de portaaviones de EE.UU hacia las cercanías de sus costas, esta es la real pesadilla para el gobierno de Seúl. El otro factor es la catástrofe humanitaria que se generaría en un conflicto de esas características y sus consecuencias para la economía regional y mundial.
1 Comentario
ITG
4/26/2017 08:03:59 pm
Impresionan los números a partir de la precisión del artículo.
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